domingo, 13 de noviembre de 2011

intentarlo no fue difícil

No, no fue difícil, es más fue hasta divertido, pero ya se acabó, como se acabaron los amigos, como se acabaron los sueños, y las esperanzas.
No fue difícil, fue excitante, a veces incluso desbordante, por encima de las posibilidades reales, pero eso no importaba, lo real era lo que menos contaba en toda esta historia.
Conocí gente, demasiada en realidad para lo que esperaba, entrelacé por un tiempo mi vida a la de otros sin conocerlos, sin importarme sin importarles, pero eso era lo que se esperaba.
He dicho muchas veces que he perdido muchos amigos, y es cierto, de hecho lo más improbable dada mi forma de andar por el mundo es que todavía esté por aquí dando guerra.
Y también es cierto que he perdido mi mundo imaginario, o me lo he dejado olvidado en el cajón de la mesilla, ese que nunca abres por miedo a ver con lo que te encuentras. 
Fue divertido formar una nueva familia, tener primos por todo el país, sentirte responsables de unos hijos que tienen a sus propias madres, tener un animal de compañía que no dejará de darme lecciones en esta vida. Pero ya nada de eso me vale, nada me convence, he perdido el rumbo.
Fue totalmente inesperado encontrar un maestro, aunque mi única obsesión era aprender, y aprendí leyendo, escribiendo y tirando o llenando mil y una vez la papelera, tanto la real como la virtual.
Encontré a alguien que  me empujó más allá de mis intenciones, me quitó el sueño, la pereza, me devolvió una vida que nunca fue la mía pero fue tan bonito como desquiciante. Fue mi amor, en las letras y por las letras, fue como esa ilusión quinceañera que te despierta de repente a un mundo nuevo pero desgraciadamente inexistente, y como el amor vino y se fue, y casi desde entonces ha sido muy fácil perder las ganas...
Este medio me dio también un hermano, un hermano pequeños al que como buena hermana mayor no dejé de incordiar y como suelen acabar esas historias también desapareció.
(Y jamás tendré algo parecido en mi vida real).
Es fácil tener problemas conmigo y más fácil aún no tenerlos, sólo es cuestión de ser uno mismo, cuando descubro que me han mentido todo se acaba, sin más.
Ahora es distinto, creo que he descubierto que soy yo la que me he estado engañando a mi misma, que nada de lo que tuve, encontré, admiré y soñé me lo merecía y estoy segura de que es así, por eso y por otras cosas digo...

... intentarlo no fue difícil, alcanzarlo fue imposible.